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Francisco Javier Roca Rodríguez revoluciona la industria del ejercicio inclusivo con una historia de ayuda personal: https://lnkd.in/dt94MRBq
Lo que empezó como un simple gesto solidario hacia una persona con esclerosis múltiple se ha convertido en un punto de inflexión en la industria del ejercicio físico inclusivo. Francisco Javier, vizcaíno de nacimiento y riojano por elección desde hace 24 años, lidera ahora un movimiento que está revolucionando el diseño y fabricación de equipamiento deportivo accesible para todos.
En 2005, Francisco Javier buscó adaptar los aparatos de entrenamiento para facilitar el trabajo de una persona con movilidad reducida y su fisioterapeuta. Pero lo que parecía ser una solución puntual terminó planteando una pregunta incómoda para todo el sector: ¿por qué seguir diseñando aparatos exclusivos, cuando es posible crear equipamiento accesible desde el origen?
Con esa reflexión como bandera, Francisco Javier convocó a un equipo interdisciplinario de ingenieros, médicos y expertos en rehabilitación. Su objetivo: reinventar desde cero los aparatos deportivos para garantizar que cualquier persona, sin importar sus capacidades físicas, pueda utilizarlos.
“No queríamos crear máquinas especiales para personas con discapacidad. Queríamos que todas las máquinas se diseñaran para todos desde el principio. La verdadera inclusión empieza en la raíz del diseño”, asegura Francisco Javier.
Este enfoque, que combina empatía e innovación tecnológica, ya ha trascendido las fronteras riojanas. Fabricantes y diseñadores de equipamiento deportivo a nivel nacional han adoptado estos principios como referencia en sus proyectos de innovación.
Además, la reciente participación del movimiento en la mayor feria internacional del sector celebrada en Alemania ha servido para consolidar esta filosofía inclusiva: “Seamos más empáticos, seamos más sociales, pensemos en y para todos”.
Hoy, lo que fue un acto solidario aislado es ya un movimiento social y tecnológico en plena expansión, desde La Rioja hacia el resto de Europa. La comunidad creada alrededor de esta iniciativa promueve el acceso equitativo al ejercicio físico, demostrando que la inclusión, cuando parte desde el propio diseño, es imparable. Lo que comenzó con una sola persona impacta ahora a cientos… y promete llegar mañana a miles.